Es una de los adornos brillantes que más gustan a los consumidores de joyería y bisutería, pero, no es una piedra natural, se trata de una mezcla de cuarzo, arena y minerales cocidos a temperaturas elevadas. La fórmula en la que se mezclan estos tres elementos es el secreto mejor guardado de la familia Swarovski.
El brillo tan espectacular que tienen viene dado por su alto contenido en plomo y el tallaje, que se ha ido perfeccionando a lo largo de los años.
Orígenes
El origen de esta marca nos lleva a la región de Bohemia, de donde proviene el vidrio más valorado del mundo. Allí, Daniel Swartz, su fundador que más tarde adoptaría el nombre de Swarovski, nacía rodeado de cristales, ya que su padre era artesano de este material. Fue él el que le enseñó todos los secretos de ese mundo.
Daniel lo que hizo fue perfeccionar el proceso de tallado de este cristal, creando una máquina especializada en el corte, haciéndolo más preciso y permitiendo su producción a gran escala.
Su objetivo era conseguir que esos cristales tuvieran el aspecto de los diamantes y lo logró gracias al número de facetas que conseguía con el uso de esa máquina. Cuantas más facetas, es decir, cuantos más lados tuviera ese cristal, más brillaría.
Propiedades
Como ya dijimos, no es una piedra natural, es una mezcla de elementos cuya fórmula es guardada con muchísimo misterio, lo que sabemos es que su composición se acerca al vidrio convencional.
La producción de este cristal se hace en las fábricas de Austria, en Wattens, desde donde los distribuyen al resto del mundo. Su uso va desde joyería, bisutería o prendas de vestir. Su fama ha hecho que muchos diseñadores los elijan antes que a piedras naturales.
Se trata de un cristal que no va a contar con la dureza de una piedra preciosa como podría ser el diamante, pero tiene la ventaja que es más asequible en todos los aspectos.
Curiosidades
Michael Jackson lució un traje durante su gira This is it que llevaba más de 3 millones de cristales de Swarovski.
La primera figura hecha con este cristal fue un ratón, en 1976, y es lo más vendido en este material.
La estrella para adornar el principal árbol de navidad de la ciudad de Nueva York cuenta con más de 25 mil cristales y pesa 250kg.
Victoria Swarovski, una de las herederas de la familia, vistió el día de su boda un vestido adornado con 500 mil cristales y pesaba 45 kg.
La sala principal de la mezquita Sheikh Zayed, en Abu Dabi, tiene una decena de lámparas fabricadas con este cristal y pesan 9 toneladas cada una.
Pero, ¿sabías que Swarovski no sólo son joyas? Como cristal que es, sus productos van mucho más allá del ornamento y en su catálogo podemos encontrar de los mejores prismáticos del mercado o telescopios, eso si, no asequibles a todos los bolsillos.
